Sobrevolar los valles calchaquíes en globo aerostático es una experiencia que combina paisajes increíbles y aventura.

Rodeado de cerros imponentes y envuelto por el aire puro del amanecer, el vuelo invita a una conexión íntima con la naturaleza, en un silencio que conmueve.

Desde la preparación en tierra hasta el brindis final, cada etapa está cuidadosamente diseñada para disfrutar con todos los sentidos. El rumbo lo define el viento, y en ese dejarse llevar está el verdadero encanto de la travesía.