Explorar la Antártida es ingresar a un mundo remoto y majestuoso, donde el viaje comienza mucho antes del desembarco.
Los servicios pueden incluir traslados aéreos privados, alojamientos exclusivos, y espacios diseñados para recibir a los viajeros con el confort y la calidez necesarios antes de adentrarse en la inmensidad blanca.
Una vez en el continente, la experiencia se enriquece con actividades pensadas para quienes buscan algo más: kayak entre témpanos, caminatas con raquetas sobre la nieve virgen y excursiones guiadas por expertos.
Todo está diseñado para vivir la Antártida con profundidad, seguridad y una elegancia sutil que no compite con la grandeza del paisaje, sino que la acompaña.
opa en capas, pantalón y campera impermeables, guantes, gorro, lentes UV, protector solar, botas (muchas navieras las dan) y medicación para mareo.